Visita a la locación (Preproducción de "Alguien")

Amaneció una mañana helada en Berazategui. Ciertamente no era de esos días en que uno se levanta y luego de estirar los brazos dice mientras termina de bostezar: "Cavemos un pozo". Pero esa era la tarea. El que quiere hacer cine de esta manera sabe que se tiene que arremangar y trabajar. A eso Antonio y Alejandro llegaron acercándose ya el mediodía.

El Director sacó las manos de sus bolsillos en contadas ocasiones.

Miren detrás de las cañas de bambú ¡Un oso panda!

Ah, no... es Cacho, nuestra mascota oficial.

Antonio pidiendo por el corto.

No hay caso, su lugar es detrás de las cámaras.

Y la cercanía del mediodía traía consigo el inminente almuerzo, pero es difícil parar para comer cuando todavía no se empezó a laburar, así que fuimos por las palas (en realidad 2 palas y un tridente) y comenzamos a cavar lo que será parte importante del nuevo cortometraje de Rompecabezas Films.

Ale enojado porque no le ayudan a cavar.

Como de costumbre, Ale da la palada inicial.

Antonio se suma con una energía descomunal...

...Aunque se le fue un poco la mano. Antonio promete pagar la pala rota.

Eugenio aporta lo suyo.

Antonio: los riesgos de escribir guiones con pozos.

Como dijo ale: "Cavemos hasta darle con la pala en la cabeza a un japonés"

Un gato negro ¿Malos presagios? Nada de eso, Cacho los auyentó con sus ladridros.

Antonio piensa quedarse a dormir luego del rodaje, por lo que se hace una almohadita de tierra.

Eugenio arrepintiéndose de haber prestado la locación luego de ver como quedó la quinta.

Terminado el pozo, al cual se le dejó un declive en uno de sus extremos en forma de rampa para que Cacho (declarado mascota oficial de la productora) no corra peligro de caerse, llegó la hora del almuerzo: grande fue mi sorpresa al ver volver a Ale y Antonio luego de su ida con tres inabarcables sanguches de milanesa, lechuga y tomate y la infaltable gaseosa naranja de Antonio. Comimos en la cocina a la luz de un velador que además nos protegía del frío.

Antonio con tres kilos de milanesa en las manos.

Ale contento con los "generosos" sanguches de milanesa de la esquina.

Un brindis por más exitos! Y más sanguches, por qué no!

Una vez llena la panza, se pasó a la segunda parte de la excursión: armar los encuadres. En rotación triangular, el Director, el DF y el Cámara pasaban de ser modelo a apuntar el objetivo de la cámara (y asistir en esto) en busca de un encuadre funcional a la historia. Por momentos esto fue más complicado que hacer el pozo, pero todos nos fuimos conformes y con más soluciones que reproches. El arte fue resuelto ubicando las cosas que hay en la casa, ya que el guión fue inspirado y escrito pensando en lo que había.

El rincón del Director: Antonio ensaya uno de sus encuadres milimétricos.

Hora de guardar. Eugenio devastado por un resfrío pescado mientras se cavaba el pozo.

Terminó la visita a la locación. Ale asegura un rodaje exitoso, podemos estar tranquilos.

Antonio, desde las sombras, se come la última criollita.

Saludos a Cacho que se portó bien.

En fin, solo resta reencontrarnos en el rodaje con los actores Alejandro Bazan y Luciana Dulitzky y nuevos amigos que se unirán en este proyecto con su experiencia y sus ganas de aprender y ayudar haciendo lo que les gusta: cine.